Un compañero Trabajador Social de y en Castilla la Mancha, nos hace llegar esta interesante carta.
Han pasado ya casi 3 meses desde que el nuevo Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page tomara posesión de su cargo. Los profesionales de Servicios Sociales veíamos esperanzados un rayo de luz al final del túnel en el que el anterior Gobierno Regional nos había metido. Creíamos en la recuperación de los derechos sociales, en el desarrollo y restablecimiento de nuestro Sistema Público de Servicios Sociales, en el final del drama para muchas familias a las que la crisis y los poderes públicos habían dejado en la estacada…, el final de los recortes en materia de atención a la Dependencia, Sanidad, Educación y Servicios Sociales.
Han pasado ya casi 3 meses desde que el nuevo Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page tomara posesión de su cargo. Los profesionales de Servicios Sociales veíamos esperanzados un rayo de luz al final del túnel en el que el anterior Gobierno Regional nos había metido. Creíamos en la recuperación de los derechos sociales, en el desarrollo y restablecimiento de nuestro Sistema Público de Servicios Sociales, en el final del drama para muchas familias a las que la crisis y los poderes públicos habían dejado en la estacada…, el final de los recortes en materia de atención a la Dependencia, Sanidad, Educación y Servicios Sociales.
Pues bien, transcurrido este
tiempo, siento decir que hasta el momento el inmovilismo es prácticamente total,
y pongo varios ejemplos:
Las ayudas de emergencia social
siguen sin resolverse, al igual que los Ingresos Mínimos y los que se resuelven
se hacen con mucha lentitud.
Seguimos sin normativa en materia
de intensidades de dependencia pese a que me consta que se está trabajando en
ello.
Los créditos presupuestarios para
afrontar el inicio escolar para los niños con garantías en materia de libros y
material escolar, están agotados, tanto los fondos públicos de los PRIS
conveniados con Cruz Roja, como los propios fondos de las entidades. En fin, un
drama para muchos niños, especialmente de educación secundaria que siguen yendo
sin libros al Instituto.
Probablemente el daño que hemos
sufrido en los últimos 4 años sea irreparable, y soy consciente de que es
imposible recuperar el nivel de protección social que esta comunidad autónoma
tenía en materia de Servicios Sociales hasta hace unos años, pero creo
necesario METER PRISAS A NUESTROS RESPONSABLES PÚBLICOS para que se pregunte al
menos a los profesionales de los Servicios Sociales de Atención Primaria qué es
prioritario afrontar a corto plazo. Y cuando decimos corto plazo nos referimos
al próximo mes como mucho. O al menos, que nos lo pregunten los partidos
políticos que con apoyo mutuo nos gobiernan, porque desde que finalizó la
campaña electoral, ni Podemos, ni el PSOE nos han preguntado. El PP no lo ha
hecho nunca, ni esperamos que ahora lo haga, por supuesto.
Entendemos que hay proyectos
sociales a corto, medio y largo plazo, y que es necesario trabajar en ello,
pensando muy bien dónde destinar los pocos recursos económicos con los que
contemos, pero hay prioridades que deben ser afrontadas mañana antes que la
semana próxima, cuando hay personas que siguen estando en situación de pobreza,
cuando hay niños que no pueden llevar el material escolar o sus libros, o
cuando hay familias que todavía son desahuciadas de sus domicilios o cortados
sus suministros básicos por no poder hacerles frente. Estamos en octubre y aún
hace buen tiempo, aún no he escuchado nada en referencia a CAMPAÑAS PARA
AFRONTAR EL PAGO DE SUMINISTROS, TREGUAS ENERGÉTICAS O DEMÁS, porque cualquier
ola de frío la tenemos a la vuelta de la esquina, y no se pueden acometer
programas improvisados, sino que es necesario prepararse para el crudo
invierno.
Pese a todo, sigo confiando en el cambio. Y sigo
confiando en que si no se hace de arriba abajo, sea al contrario y seamos los
profesionales los que reivindiquemos, porque al menos y a diferencia de los 4
años anteriores algo ha cambiado: no existen las amenazas ni la persecución al
empleado público, el cual era considerado casi como “enemigos”.
Creo en una política social de
defensa de lo público, de fortalecimiento del papel de la Administración para
corregir las desigualdades y desequilibrios entre las personas y los
territorios, creo en que mis impuestos deben servir para esto y por eso CONFÍO
EN QUE EL GOBIERNO REGIONAL ACTUAL VA A DESPERTAR Y A COMENZAR A APLICAR EN
SERIO SU PROGRAMA ELECTORAL, porque si no es así, acabaré desconfiando de los
partidos políticos, de sus promesas, y pasaré a ser un ciudadano y un
funcionario defraudado.